miércoles, 16 de enero de 2013

Faltan tres meses.

Ya es 16 de enero y eso solo significa una cosa: En 3 meses cumplo 20.

Ni siquiera voy a realizar el ejercicio mental de valorar mi desempeño en el último año porque el ya fallecido 2012  fue un tremendo sube y baja. Solo voy a resaltar algunos aspectos de éste.

El año empezó mal: me salí de la carrera y fui parte de los ya famosísimos ninis. Ciertos tropiezos sentimentales me llevaron a pasar casi la mitad del año con un humor del carajo. A principios de julio dejé de hablar con 5 de mis amigos y otro se fue de la ciudad.

(No mamen, es increíble el calor que está haciendo en Mérida. Incluso a esta hora. Un saludo a todos los que viven en ciudades templadas y están dormidos en la comodidad de sus camas rojas en sus cuartos blancos con rojo).

¿Por qué les digo esto? No tengo la más mínima idea, pero bueno. Meh. 

Todo mejoró en Agosto: el cambio de carrera me sentó muy bien y mi no-tan-mal humor regresó. No me fue nada mal en el semestre y me hice de unos cuántos amigos más.

En Septiembre conocí a la persona más importante en mi vida y en Noviembre la volví a conocer. Ella es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

Así que, Veinteaños, hagan conmigo lo que quieran. No sé qué me deparen los 20s pero sí sé con quién y eso es suficiente como para no sentirme nervioso, al contrario, estoy ansioso. 

El 2013, mis veintes, va a ser nuestro año, te digo.